Objetivo

Este blog ha sido creado como soporte de una investigación sobre el arte, siendo este un medio de comunicación, el cual su evolución a influido en el tiempo actual;
teniendo como eje a Leonardo Da Vinci, un artista polifacetico que ha sido pieza clave en la historia del arte.

martes, 15 de marzo de 2011

Ensayo

Si nos devolvemos un poco en el tiempo cuando la estética requeria condiciones básicas para su desarrollo como la autonomía del arte y la definición del artista como creador de formas bellas podemos entender algunos artistas como, Tomas de Aquino que decía “la belleza viene de Dios y así lo plasma en sus obras” Estas palabras las podemos ver reflejadas en las obras de Leonardo Da Vinci, el cual muestra diferentes facetas entre lo religioso y lo técnico, como un modo subjetivo partiendo del perfeccionamiento del canon el cual se basa en lo aritmético y lo geométrico, presente tanto en la naturaleza como en el arte.
Sin duda alguna los cánones de belleza que nos han impuesto a través de la historia van en secuencia con la época y la cultura.  Tampoco podemos negar la visión de algunos artistas como fue Leonardo Da Vinci quien podemos observar que el icono de la mujer se distingue en la mayoría de sus obras, la más recordada y que ha tenido polémica por su sonrisa asimétrica y no tan feliz “La Mona Lisa” de la cual se dice que es un autorretrato del artista, dando su versión femenina. No podemos olvidar de la tan controvertida obra como la “Última cena” en donde rompe con toda la imaginación y donde está involucrada hasta la religión. Para el mundo católico es un insulto y la degradación del cristianismo, allí Da Vinci habla del icono más importante de la humanidad como lo es Jesús el cual se tomó su tiempo para realizarlo porque quería revelar en sus obras y en especial en esta un rostro que nos inspirara esa ternura, pureza y amor, y lo mismo hizo con cada uno de los discípulos allí presentes, y adicionó a esta obra la mujer, a María Magdalena, quien no era una mujer muy apreciada por todos y aparece allí como la compañera de Jesús, esto lo han descubierto los estudiosos del arte que ven en el que supuestamente debería ser San Juan, rasgos femeninos, pechos abultados y que no posee barba, además juega con los colores de las túnicas de ambos, como haciendo una conexión entre ambos personajes, así sea con sus vestimentas, todo esto plasmado en películas como “El Código Da Vinci” y su segunda parte “Ángeles y Demonios”, usando allí toda esa controversia causada por el autor en sus obras como un elemento de repulsión como atracción positiva, haciendo al espectador quedarse ahí para ver y creer que todas estas conjeturas y supuestos que se hacen en torno a la obra de Da Vinci son verdad. Es por eso que esta obra que plasmó con tanto tiempo, cuidado y perfección ha sido considerada una ofensa por la iglesia católica, pues es una imagen sagrada y Da Vinci rompe las normas  de lo prohibido al no resistir la tentación de plasmar en sus pinturas religiosas simbolismos heréticos, en especial en esta majestuosa escena amada por varios y odiada por muchos.  Por esto Leonardo Da Vinci se sale de los esquemas, introduce en su obra lo prohibido, lo exótico como lo es el icono de la mujer, rompe los delgados hilos de un mito que desde su perspectiva para él era lo normal, sin embargo varias de estas esplendorosas obras nos centran en el esquema de lo prohibido, para ser lo más mirado y atraído, ser un tema que según la iglesia va en contra de la moralidad conforme a los principios de una imagen y una ideología ya instaurada que se conoce como único y verdadero. Es un artista integral del renacimiento que gracias al conocimiento que Leonardo tenía sobre lo oculto se trasluce en sus pinturas y, sobre todo, en sus abundantes escritos, plasmados de pensamientos y observaciones que revelan su profundo saber sobre los enigmas de la existencia, todo su trabajo fue monumental el cual va mas allá de los niveles de percepción, porque en sus obras más que esa belleza,  trataba de revelar ese interior que caracterizaba cada personaje que pintaba.  Es un especialista de la composición "clásica", logrando simetría y solidez sin cansar, con el “hombre de Vitrubio” alcanza los orígenes de la perfección humana que se daban desde los griegos y que hasta la actualidad seguimos buscando esa perfección de belleza o ese prototipo de belleza. Este maestro del arte, de lo estético y de lo bello va más allá de la percepción, sus obras revelan su interior conforme a sus pensamientos, de acuerdo a sus creencias, a su entorno social, cultural y es un constante buscador de la verdad.
Da Vinci en sus obras no utiliza categorías como lo cómico, lo caricaturesco, lo novedoso o lo kitsch, pero sus obras en especial las más famosas y ya acá mencionadas “La Mona Lisa” y “La Última Cena” han sido usadas y reusadas para tales categorías, mostrando así a La Mona Lisa en incontables representaciones, algunas de ellas, la Lego, la South Park, la Anime, la Simpson o Groening, la Botero, la Picasso, la Lichtenstein, la Warhol, etc. Y cabe aclarar que no es que estos autores hubieran hecho replicas de la Gioconda, como también se conoce, sino simplemente que alguna persona se imagino cómo sería si la realización de la misma hubiera estado en manos de cualquiera de ellos. También podemos ver cómo caemos en lo cómico al ver una versión de La Mona Lisa gringa, con siliconas en los senos y pelo rubio u otras fumando y con atuendos diferentes. Asimismo está la última cena con múltiples reinterpretaciones como la de los Súper Amigos, la del bar de Moe, la zombie, la de Popeye, la de modelos, la de borrachos, la de los Looney Tunes, la del caricaturista Montt, etc. Así que aunque la intención de Da Vinci en sus obras no fuera la de transmitir estas categorías, de una u otra forma sus obras lo transmiten gracias a las reinterpretaciones que de estás se hacen aplicando así la categoría de lo novedoso.
Por otra parte la imagen de Da Vinci ha servido para la construcción positiva, de significados y hasta de referentes, pues todos al oír sobre sus obras se nos viene a la cabeza que Leonardo fue un excelente artista, mostrando siempre la belleza en estas y en Vitruve evoca a los cánones de belleza romanos y griegos al mostrar un hombre musculoso con medidas y proporciones perfectas. Pero la deconstrucción de este personaje se ha dado como ya lo mencionamos antes por su irreverencia y rechazo a seguir normas, pintando así lo que quería y lo que pensaba sin seguir parámetros de nada, yéndose por  ejemplo contra la Iglesia sin importarle las creencias y reglas establecidas por esta a sus fieles, y por eso es visto como un artista controversial pero fiel a sus ideas y pensamientos.
Leonardo Da Vinci se encasilla en la categoría de la Iconofilia en su obra La Última Cena, ya que niega la imposición de Jesús como modelo icónico, pintando a su lado a María Magdalena, “la prostituta” generando así rechazo, pues la imagen de Jesús que nos da la Biblia es sagrada y es un referente cultural e histórico el cual nos remitimos al libro cuando da el ejemplo de la marca de moda francesa Marithé Francois Girbaud, donde se representa La Última Cena pero con personajes en una disposición provocativa seductora y con la única intención de seducción, publicidad y consumo de los productos. La conferencia Episcopal francesa rechazó la utilización de una escena sagrada con fines mercantiles y lo que hicieron fue prohibir la exhibición publicitaria que se venía haciendo pero logrando el efecto contrario ya que lo prohibido siempre tiende a llamar más la atención.
Entrando ya en una honda más filosófica nos encontramos con el siguiente tratado de pintura del siglo VI (1498), el cual Leonardo Da Vinci llamó “El poder del pintor”:
 “El pintor es dueño de todas las cosas que pueden pasar por la mente del hombre porque si tiene deseos de ver bellezas que lo enamoren es dueño de generarlas y si quiere ver cosas monstruosas que lo espanten o que sean bufonescas o risibles o realmente dignas de compasión, el es su dueño y creador.
Y si quiere producir sitios desiertos, lugares umbrosos o frescos en los tiempos cálidos, los representa, y también lugares cálidos en los tiempos fríos. Si quiere valles, lo mismo, si quiere desde las altas cimas de los montes descubrir una gran expansión de campo, y si luego quiere ver el horizonte del mar él es dueño de hacerlo; y también si desde lo hondo del valle quiere ver los altos montes, o desde los altos montes los profundos valles y playas, y en efecto lo que hay en el universo por esencia, presencia o imaginación, primero lo tiene en la mente y luego en las manos, y son estas tan excelentes que en el mismo tiempo tanto generan una proporcionada armonía con una sola mirada como hacen las cosas.”
Como pudimos ver Leonardo quiere resaltar la capacidad que tiene un pintor al plasmar todo lo que se le pase por la cabeza, sea lindo o feo, monstruoso o maravilloso, al convertir algo que no es tan real, en una obra de arte que tiene características novedosas al tener su esencia en pensamientos de alguien que simplemente decidió plasmarlos, llamando así la atención del público que tenga la oportunidad de ver esta pintura y poder identificarse o no con esta y así sentir repulsión o atracción. El fin es que el pintor tiene el poder de pasar todo lo que está en su mente, a sus manos.
“Donde el alma no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte.”
Esta frase nos muestra uno de los mitos de la estética “la oposición entre lo estético y lo intelectual” podemos observar como Da Vinci naufraga en estos dos mundos paralelos, si observamos sus obras nos lleva a la percepción objetiva del mundo exterior y el sentimiento como subjetivo que emite el alma frente a la realidad, como coinciden la imitación y  la realidad, producida con precisión según el punto de vista subjetivo del observador que es el que añade la belleza del objeto.
Estudiar cada detalle de la realidad para luego plasmarla no es tarea fácil, investigar en diferentes cuerpos y de manera constante es lo que le da el toque secreto a las obras, en ocasiones el receptor puede no tomar la posición que el artista quiere transmitir, para ello se requiere mucho esfuerzo y habilidad, ser creador de novedades e imitador de la naturaleza, siendo estas teorías de Leonardo, el sujeto es el que construye, por ende, es un personaje que tiene grandes cualidades como sujeto de construcción con cada detalle (objeto),  cautiva al receptor, une el dualismo entre lo material y lo espiritual.

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